La parálisis por análisis es un error en el que caen muchos proyectos que aspiran a salir al mercado siendo perfectos y, en búsqueda de esa perfección, se les va la vida haciendo análisis tras análisis hasta que ya es demasiado tarde y sucumben porque ya la solución que representaban no es la adecuada, porque hay nuevas y mejores, porque sencillamente el problema perdió relevancia, o - como en muchos casos - se agotaron los fondos en tantos análisis que se hizo inviable la fase de implementación.
Estas “fases” de análisis causan inactividad por períodos prolongados, tiempo en el que damos tanto vuelta en la cabeza a las cosas que nunca se toma una decisión y por ello nunca se llega a la acción. Estas parálisis se dan tanto en los proyectos de negocio como en aspectos personales.
Pensar demasiado las cosas va generando tal cantidad de información que se hace cada vez más difícil analizarla y concretar. Nos consume tiempo, energía, ánimo y dinero. Las cosas deben analizarse -muy bien- pero es imprescindible actuar, y mientras antes mejor.
Es imprescindible actuar, y cuanto antes mejor
Por ejemplo, en el marketing digital, muchas personas hacen cursos, talleres, webinars, descargan aplicaciones de productividad, se diseñan mentalmente la estrategia, pero nunca la plasman en sus plataformas o redes sociales. Siguen sumergidos en busca de más y más conocimiento pero nunca implementan esas ideas, nunca aterrizan el conocimiento adquirido, y un conocimiento que no se aplica es sólo decoración.
Algunas maneras de superar esta parálisis son:
- Tomar la primera decisión que evaluamos como satisfactoria, correcta o suficientemente razonable.
- No buscar soluciones perfectas pues estas no existen, la idea con más posibilidades debemos adoptarla y actuar en ella, los detalles los corregiremos más adelante.
Adopta la idea con más posibilidades, los detalles los corregiremos más adelante
- No esperes a tomar una gran decisión, toma varias decisiones pequeñas encaminadas al objetivo final. Divide ese largo trayecto en etapas, ve decidiendo y actuando en cada una de ellas.
- Ponte fechas límites para cada una de esas etapas. Si sientes q no avanzas comienza por el primer paso, ponle fecha y cúmplelo, así te motivas y obligas a avanzar. Luego que cumplas esta fase pasa a la siguiente. Un paso a la vez.
- Comparte el problema -no tu punto de vista- con personas cercanas. Muchas veces esas personas nos dan recomendaciones más concretas desde una óptica más objetiva. No te enfrasques en tu posición y asume esas recomendaciones aunque no te gusten.
- También puedes hacer una pausa corta en el proyecto y dedicarte a otra actividad que te saque de esa espiral mental en la que te encuentras y en la que parece que la fuerza centrífuga causada de tanto darle vueltas en la cabeza a un tema no te deja acercarte ala solución. Distraete en otro aspecto productivo pero divorciado de este proyecto, con el tiempo ese enredo se va soltando y aparecen ideas más frescas. Recuerda que la vida de todo proyecto es la implementación, no te quedes en el análisis que las cuentas y la vida no esperan por nadie.
Yuri Alexander.